Una alianza entre dos investigadores de la Universidad de los Andes y la empresa privada A&P dio como resultado en Colombia el desarrollo de un biopolímero de almidón de yuca, que como producto entrega las mismas prestaciones que cualquier otro polietileno de baja densidad.
Los encargados de este desarrollo fueron Hugo Blanco, Gerente de A&P Colombia, y los profesores e investigadores, Orlando Porras, Gerente de Ecobioplast, y Jorge Alberto Medina, socio y líder de desarrollos tecnológicos en Ecobioplast.
El biopolímero biodegradaplast (como lo han llamado) es 100% compostable en semanas, en un medio ambiente abierto o compostaje casero o industrial, a temperatura ambiente y con microorganismos existentes en suelo o agua dulce o marina. Todo esto sin apenas perder cualidades y con prestaciones que le permiten funcionar fácilmente como solución de segunda barrera.
En entrevista con la revista Tecnología del Plástico y la revista El Empaque, sus creadores destacaron la importancia de estos desarrollos en el mercado actual, que exige no solo tener productos amigables con el medio ambiente, sino, además, productos que sean sostenibles y eficientes.
“A pesar de que es un biopolímero, que normalmente tiene menores propiedades mecánicas, tenemos una resistencia a la ruptura en el orden de 10 megapascales y tenemos elongaciones de 200% a la ruptura. Eso es muy parecido a un polietileno de baja densidad”, señaló el profesor Porras.
Adicionalmente biodegradaplast, que naturalmente entrega un color beige semitransparente, tiene capacidad de ser coloreado con masterbatch hechos con base en su propia materia prima por lo que mantiene sus cualidades, así como también es imprimible.
Los empresarios y desarrolladores de este producto también hicieron hincapié en la importancia de que la sociedad, la banca y los gobiernos conozcan y apoyen este tipo de soluciones.
“Nuestra empresa cumple un papel muy importante en una sociedad como la colombiana y latinoamericana, pues es una empresa Pyme, A&P, la que dio origen a Ecobioplast. Pues durante 15 años invirtió sus dividendos en investigación para llegar a este desarrollo y a este producto que hay hoy. Eso es un ejemplo para el empresariado para no limitarse a conseguir un equipo o una materia ya hecha y solo transformar”, puntualizó Blanco.
Por su parte Medina destacó la importancia de que se desarrollen cada vez más soluciones e innovaciones de este tipo. “Nosotros estamos dando un ejemplo de que en el país se pueden dar desarrollos empresariales competitivos a base de conocimiento e innovación”, aseguró.